La corrupción en los Golden Globes contagia al Oscar

Los nubarrones se incrementaron el año pasado al haber otorgado el premio a mejor película a Bohemian Rhapsody obra muy cuestionada por su escasa calidad fílmica

Gustavo Trujillo/Chiapas Digital

04/03/2021.-La expectación ante la llegada de la temporada de premios cinematográficos en Hollywood ha ido decreciendo ante la evidente corrupción que se denuncia año con año tanto en los Globos de Oro como en el Oscar de la Academia.

La asociación de prensa extranjera acreditada en Hollywood (HFPA por sus siglas en inglés), responsables de los Golden Globes, lo componen 87 periodistas, todos blancos, ninguno de color, ha sido permanentemente acusada de prácticas de corrupción – un secreto a voces en la industria del cine –. Los nubarrones se incrementaron el año pasado al haber otorgado el premio a mejor película a Bohemian Rhapsody obra muy cuestionada por su escasa calidad fílmica y que el premio la catapultó a un gran éxito comercial.

El periódico LA Times hace un mes denunció que las empresas productoras entre ellas Netflix, Disney y Amazone pagan viajes y hoteles de súper lujo que llegan a 2,000 usdlls la noche, grandes banquetes gastronómicos para asistir en París a la premier de sus películas en proyecciones privadas, títulos que misteriosamente aparecen en las nominaciones de los premios sin que sean obras con méritos para aparecer en esas listas, por su parte la actriz Amy Schumer denunció:

“la forma en que nominan y votan es vergonzosa”.

Al parecer este año la película Nomanland dirigida por Chloe Zhao y estelarizada por Frances Mc Dormand ha salvado del ridiculo a ambos premios.  La película cuenta una historia sencilla, con una fuerte carga emotiva, de muy buenas intenciones y de una estética paisajista con fuerte dosis de lirismo.  Es la historia de una mujer que ha perdido a su marido y ha perdido su casa, que decide lanzarse a la carretera con una caravana y que al estilo de las grandes historias empieza y termina en el mismo sitio.  Es una mezcla de documental y ficción, con actores y personajes reales que se interpretan así mismos.  La película parece naufragar cuando la directora toma el control de la historia y se vuelve potente y vigorosa cuando la actriz Frances Mc Dorman la ilumina, y toma mucho más fuerza cuando ella camina, cuando nada desnuda en un lago, cuando se aleja, cuando se dirige hacia donde nunca hay nadie como si buscara algo que solo ella puede encontrar seguida por una vigorosa cámara con unos largos traveling.

La película reflexiona sobre la catástrofe social por el cierre de una empresa, el éxodo de sus trabajadores, nos recuerda la historia social y económica del capitalismo americano.

Ante esta evidencia avasalladora de buen cine no tenían más remedio que premiarla condición que seguramente prevalecerá en los premios Oscar de la academia.

En donde nuevamente se hace evidente el tráfico de influencia es en la categoría de: Película de habla no inglesa, inicialmente fue muy cuestionada que nominaran y premiaran en esta categoría a la película Minari y que ni siquiera se acordaran de la película Ya no estoy aquí del mexicano Fernando Frías ambas tocan el tema de la migración pero hay una diferencia abismal entre ellas, Minari es una película minimalista, con escasos recursos estéticos y con una visión maniquea de agradecimiento a Estados Unidos por ser el país de las oportunidades, por su lado la película Mexicana tiene un fuerte calado lingüístico, una profunda reflexión sobre las causas de la migración y es una fuerte bocanada de aire fresco con un entrañable bailarín que pone en evidencia las grietas que ha dejado la violencia en México.

En esa misma categoría aparece la película Druk (Otra Ronda) la obra más reciente del cineasta danés Thomas Vinterberg el film observa con neutralidad las convenciones morales de la sociedad que muchas veces son engañosas sobre la conducta de sus miembros.  Un grupo de amigos todos ellos profesores de una escuela se someten a un experimento alcoholico inspirado en la teoría del sicólogo Finn Skarderud que sostiene que una persona nace con un 0.5% de déficit de alcohol en la sangre, sugiere que un consumo diario y moderado de alcohol podía ser necesario para hacer un mundo más armonioso, sus dardos envenenados apuntan a ese blanco que se opone a la satisfacción y la felicidad que el consumo de alcohol produce en el país de Hamblet.  Entonces:  ¿es positivo para nuestro bienestar mantener ese nivel perfecto de embriaguez?, ¿seriamos más felices?, ¿más lúcidos?, ¿podrían estas conjeturas estar inscritas en el reverso de las botellas de alcohol o de vino?  Película inquietante interesante y sugestiva. ¿Será posible?

Es difícil pensar que las sociedades conservadoras permitan que esta película obtenga los premios que reclama.

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