¿Hasta cuándo presidente?

01/12/2021.-El artículo que se presenta a continuación fue elaborado en Enero del 2020, 6 meses después del inicio de facto del gobierno de López Obrador y cuyo contenido encaja perfectamente con la irreflexiva por no decir descabellada decisión de convocar a sus huestes a “celebrar” este 1º de Diciembre, con zócalo a reventar por petición de él, los 3 años de su gobierno, justo en el momento en que ha sido anunciado hace unos pocos días por la Organización Mundial de la Salud el surgimiento de la Cuarta ola del Coronavirus y de su peligrosa variante llamada ómicron.
Las cosas hay que decirlas como son. No podemos quienes habitamos este país, andarnos por las ramas o mostrarnos indiferentes frente a lo que a todas luces está aconteciendo a lo largo y ancho de nuestro México. Como nunca antes la expresión popular de que “no hay peor ciego que el que no quiere ver ni peor sordo que el que no quiere oir”, adquiere una validez a toda prueba.
Abundar en todo el daño que a la economía y a la sociedad misma de nuestro país ha provocado la llamada Cuarta transformación y de manera particular por quien lleva apenas 6 meses gobernando, es un ejercicio por demás innecesario. Los hechos hablan por sí solos.
En su reciente libro intitulado Ladrón de esperanzas, el más leído escritor mexicano de la actualidad, Francisco Martín Moreno describe con lujo de detalles cómo la más alta responsabilidad de este país se encuentra en manos de un individuo demagogo y mentiroso, al tiempo de señalar que a pesar de las innumerables atrocidades que sus estúpidas decisiones –en palabras del propio escritor- han propiciado en todo el territorio nacional, este personaje sigue disfrutando de altísimos índices de aceptación entre la población, lo cual nos lleva a formularnos las siguientes preguntas:
- Hasta cuándo presidente –así con minúsculas- va a empezar a despojarse de esa careta de “incólume líder del pueblo”, tras la que esconde al mentiroso contumaz, ignorante supino y demagogo incontinente de que dan testimonio las llamadas “mañaneras” que nos receta diariamente
- Hasta cuándo va a dejar de ver a éste país de 120 millones de habitantes como si fuera su juguete, manejándose en la práctica cotidiana como un vulgar e ignorante autócrata o peor aún dictador
- Hasta cuándo va a dejar de fracturar a ésta nación con su absurda actitud de poner por un lado al “pueblo bueno” o lo que es lo mismo, a sus incondicionales que le creen a ciegas y por otro al “pueblo malo”, esto es, a esos millones de ciudadanos con dos dedos de frente a quienes nos denomina fifís o conservadores, cuyo “mayor pecado” es atrevernos a levantar nuestra voz de rechazo y reprobación por sus nefastas decisiones, al señalar reiteradamente su deplorable papel de presidente de caricatura con que se maneja
- Hasta cuándo nos va dejar de tratar como retrasados mentales y va a asumir su papel de jefe de estado, reconociendo que así como conduce (es un decir) a este país, a base de mentiras, ocurrencias sin ton ni son y demagogia al más puro estilo de Chávez y su pupilo Maduro, más rápido de lo que canta un gallo nos va a “cargar el pintor” (por no decir el nombre de su rancho) a todos los mexicanos, insisto, a todos los mexicanos, empezando por usted
Sólo le recuerdo presidente que la mentira tiene fecha de caducidad, máxime cuando se ejerce un cargo tan delicado como el suyo. Pensar que va a poder seguir manejándose indefinidamente con sus mentiras y engaños, sin que en un momento se le vaya a cobrar la factura, es tanto como suponer que TODO este país está habitado por puros incautos como los que usted “cautiva” desde temprana hora con su burda propaganda del día a día. Ahí están, por sí lo ha olvidado, los registros históricos de aquellos personajes que en su momento se quisieron conducir -en el país y en el mundo- exactamente como usted, y que ocupan hoy en día –con toda justicia- el lugar que siempre merecieron: el del olvido y el de la repulsa colectiva.
“Existen dos cosas que son infinitas:
el Universo y la estupidez;
y del primero no estoy del todo seguro
Albert Einstein”
Raúl Victoria Iragorri
Autor del libro Confieso que es…simple