Crisis hídrica alcanza a Chiapas

La Fundación Cántaro Azul indicó que, debido a la fuerte deforestación, la entidad chiapaneca dejó se ser una excepción a nivel nacional
Redacción / Chiapas Digital
14/08/2023.-Ericka Ramírez, representante de la Fundación Cántaro Azul, subrayó la preocupante situación que enfrenta Chiapas en cuanto a su crisis hídrica, atribuyendo esta problemática a un aumento significativo en la producción que, desafortunadamente, ha resultado en una drástica deforestación en la región. Chiapas, lamentablemente, ya no es una excepción en este tema.
Un informe reciente titulado “Transitando hacia la Sustentabilidad en el Territorio Chiapaneco: Visión 2030,” emitido por la organización The Nature Conservancy (TNC), detalla que Chiapas es actualmente el segundo estado con mayores tasas de deforestación a nivel nacional.
Este informe destaca que la ganadería y la agricultura son las principales causas de esta alarmante deforestación en Chiapas, pues tan solo entre los años 2001 y 2016, la región perdió cerca de 470 mil hectáreas de su cobertura forestal, y esta tendencia parece estar en aumento.
Es importante resaltar que Chiapas ocupa el tercer lugar en producción ganadera a nivel nacional, con una ocupación de casi 3 millones de hectáreas, equivalente al 33% de la superficie del estado.
Destacó que un factor clave en esta problemática es la naturaleza de la producción ganadera, donde aproximadamente el 90% de las unidades ganaderas se consideran extensivas, lo que tiene un impacto ambiental significativo, esto contribuye directamente a la deforestación, degradación del suelo y la lamentable pérdida de biodiversidad.
Ramírez enfatizó la urgencia de abordar el calentamiento global, el cual ha alcanzado proporciones alarmantes y es un tema central en las discusiones internacionales, los acuerdos entre naciones y estados están orientados hacia la mitigación de sus devastadores efectos.
Para concluir, recordó una reciente alerta emitida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), declarando que la era del calentamiento global ha llegado a su fin, dando paso a una preocupante “era de la ebullición global”, especialmente evidente dado que julio se posiciona como el mes más caluroso jamás registrado en nuestro planeta.