Castillo de Naipes

 

Fernando Cantón/Chiapas Digital 

Palo al MOCRI-EZ

En Chiapas, han sido muy pocos los eventos naturales o sociales que han causado miedo o zozobra entre la población. Muchos de ellos porque nos han agarrado desprevenidos y otros porque simplemente amenazan la paz social.

Sin embargo, no tiene precedente lo que ocurrió el pasado viernes, cuando decenas de integrantes del Movimiento Campesino Regional Independiente-Emiliano Zapata  (MOCRI-EZ), que fueron desalojados de un predio que tenían invadido bajo el argumento de ser los legítimos propietarios, vandalizaron y atacaron locales comerciales, vehículos y oficinas de gobierno en distintos puntos de Tuxtla Gutiérrez.

Obviamente la inmediatez de las redes sociales provocó que los habitantes de la capital chiapaneca entraran en pánico, principalmente quienes tenían a sus hijos en las escuelas y quienes trabajaban en oficinas, por lo que muchos las desalojaron y quienes así ameritaba fueron por sus pequeños a los centros escolares.

Y aunque muchos criticaron la manera en que las autoridades llevaron a cabo el operativo de desalojo y la falta de contención de los integrantes del MOCRI, también es cierto que se actuó de manera contundente en la detención de al menos 37 personas que participaron en los hechos violentos, pues de no haber actuado así, seguramente los daños serían peores y la organización social tendría de rodillas al actual gobierno, lo cual jamás por el bien de los chiapanecos se debe permitir, sea quien sea.

Ya era momento de poner un alto al MOCRI-CNPA-EZ nacido de una fractura entre las bases de esa organización durante el sexenio de Juan Sabines Guerrero, y usada como brazo ejecutor para invasiones o desmanes a favor de su gobierno, en donde dicen, incluso hubo personas asesinadas.

Ahora solo falta que esa contundencia se mantenga y se aplique la ley a todos aquellos que causen daños a la colectividad del estado. Incluso no estaría de más indagar más a fondo para saber si no hay algún exgobernador metiendo las manos para desestabilizar al estado a través de estas “organizaciones sociales” o seudo estudiantes.

Mafia colombiana en Chiapas

Por cierto y hablando de delincuencia organizada, una nota del periódico El Universal, reveló que en Chiapas ya opera una célula de hampones colombianos dedicados al préstamo y la extorsión a través del llamado “gota a gota”, que generalmente tiene como objetivo de sus víctimas a pequeños comerciantes formales e informales.

Estos delincuentes se dedican a ofrecer préstamos que van de los 5 mil a los 500 mil pesos, con intereses que pueden ir del 20 al 200 por ciento y que son cobrados semanalmente. Por lo que al final resultan impagables y quienes son deudores son incluso amenazados de muerte si no cumplen con la cuota.

Por eso mucho cuidado deben tener los comerciantes y evitar a toda costa involucrarse con estos delincuentes aunque la tentación sea mucha, pues generalmente sólo piden la credencial de elector para otorgar el dinero.

Las autoridades también deben ir a fondo y a través de trabajos de inteligencia ubicar y erradicar a estos colombianos ya asentados en Chiapas, que extorsionan a quienes por necesidad les aceptan dinero.

Naipe bajo la manga

El exceso de notarias otorgadas durante los últimos años, ha hecho que a este gremio se infiltre cualquier pelafustán sin acreditar lo mínimo necesario para estar al frente de una de ellas. Prueba de lo anterior es que al predio que hace unos días estaba invadido por el MOCRI-EZ, ya le aparecieron más de dos propietarios CON ESCRITURA en mano. Habrá que hacer una revisión para conocer quiénes son esos notarios que han incurrido en la expedición de escrituras falsas y de una vez revocarles su “negocito”.

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